A los negros les gusta rodear a las chicas blancas y soplar en todas sus rendijas, así que es imposible detenerlos. Hasta que no prueban sus agujeros unas cuantas veces, no paran. Esa es la cara de la zorra antes de que se le peguen las cejas. Pero no habrá ninguna arruga. )))
Observamos la imagen opuesta. No es la trabajadora de la comida rápida la que alimenta al cliente, sino el cliente el que alimenta a la trabajadora de la comida rápida. La pregunta es: ¿Quién tiene la comida más sana y natural? Puedes verlo en su cara: ¡está pidiendo más!